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Mora-Delgado J, Jiménez-Arjona J, Marín-Dueñas D, Michan-Doña A. Ascitis masiva: presentación de un caso
quistectomía esplénica simultánea. Hasta dicha intervención, se derivó a Con- telial reactiva (proceso irritativo por microrrotura y vertido del contenido del
sultas Externas de nuestro Hospital de Día Médico para revisiones periódicas, quiste esplénico).
precisando paracentesis evacuadora en cada visita (cada 15 días, se evacuaban
unos 15 litros de líquido ascítico) hasta la cirugía. Se solicitaron endoscopia di- Tras la cirugía, permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sufrió una
gestiva alta y colonoscopia para su realización ambulatoria, que no aportaron extensa trombosis de vena porta, de eje esplenoportal y vena mesentérica
hallazgos de interés. superior, que requirió anticoagulación con enoxaparina y posteriormente de
forma oral durante varios meses. Asimismo, presentó fiebre en posible rela-
ción con colección subfrénica izquierda que desapareció finalmente tras tra-
tamiento antibiótico con antibioterapia de amplio espectro en la planta de
Quistes -pseudoquistes hospitalización. Previo al alta, se establecieron las medidas de cuidados y pauta
postraumáticos de vacunación en pacientes esplenectomizados (neumococo, meningococo C,
Haemophylus influenzae…).
Metástasis quística Epidermoide, quistes
en bazo mesoteliales Posteriormente, continuó el seguimiento estrecho a través del Hospital de
Día Médico, permaneciendo asintomática hasta la fecha del envío de este
artículo, resolviéndose la trombosis descrita y sin necesidad de nuevas pa-
racentesis.
Peliosis esplénica Quistes congénitos
Discusión
Quistes hidatídicos
Se trata de una paciente joven, con un cuadro clínico en el que la principal
Figura 3. Diagnóstico diferencial tras detección de lesión quística esplénica manifestación era la ascitis masiva. En primera instancia, y previo a la valora-
ción de las pruebas complementarias, es necesario elaborar siempre un amplio
En la cirugía, se observó gran ascitis y se aspiraron en torno a 10 litros. Se de- diagnóstico diferencial (Tabla 1) . 4
cidió esplenectomía tras comprobar la imposibilidad de realizar por laparos-
copia, decidiéndose conversión subcostal izquierda que, dado el tamaño, se En primer lugar, se debía considerar la hipertensión portal, que presumi-
amplió a derecha. El peso total del bazo fue de 3,1 kg (Figura 4). Anatomía blemente presentaba la paciente al inicio del ingreso, para lo cual debía
Patológica realizó la descripción de las diferentes piezas: discernirse entre causas extrahepáticas e intrahepáticas. Respecto a las
• Biopsia peritoneal. Engrosamiento fibroso y exudado inflamatorio agudo y primeras, había que considerar, como causa prehepática, sobre todo, la
crónico con presencia de histiocitos conteniendo detritus celulares. trombosis de la vena esplénica-porta o fístulas arteriovenosas, entre otras,
• Epiplón. Hiperplasia mesotelial reactiva con cambios inflamatorios agudos teniendo en cuenta la esplenomegalia. Entre las causas post-hepáticas,
y crónicos con presencia de histiocitos conteniendo detritus celulares. había que plantear la posibilidad de un síndrome de Budd-Chiari y un ori-
• Pieza de esplenectomía. Pseudoquiste secundario a hemangioma caver- gen cardiogénico en forma de pericarditis constrictiva o miocardiopatía
noso. restrictiva, que fueron descartados posteriormente mediante ecocardio-
• Cuña hepática. Sin alteraciones histológicas relevantes. grafía. En cuanto a las segundas, si hablamos de origen presinusoidal,
debíamos en este caso hacer especial hincapié en raíces neoplásicas
o granulomatosas en forma de, por ejemplo, esquistosomiasis, siendo la
serología específica negativa, no pudiendo descartarse el origen neoplási-
co con las pruebas de imagen y los marcadores tumorales obtenidos más
adelante. Si considerásemos un origen sinusoidal, la fibrosis por diversas
metabolopatías, tóxicos u otros mecanismos proinflamatorios entrarían
dentro del diagnóstico diferencial. Por último, a nivel post-sinusoidal, vol-
vía a considerarse la patología granulomatosa como sarcoidosis o infec-
ción por micobacterias, neoplasias vasculares como el hemangioendote-
lioma o angiosarcoma, entre otros .
5, 6
La hipoalbuminemia, teniendo en cuenta la ascitis masiva y recurrente, pa-
recía ser consecuencia y no origen de la misma, sin existencia de datos que
orientasen a un síndrome nefrótico o enteropatía pierde-proteínas. Tampoco
presentaba un estado de desnutrición severo.
El origen peritoneal debía enmarcarse como posibilidad, especialmente me-
diante manifestación de una neoplasia, que tras las pruebas de imagen se
contemplaba con las imágenes obtenidas a nivel esplénico. La gastroente-
ritis eosinofílica cursa con un cuadro clínico y analítico diferente al que pre-
sentaba nuestra paciente . 7
Figura 4. Bazo de la paciente
La causa infecciosa parecía poco plausible, ya que la paciente no presentaba
De esta forma, se concluyó en el diagnóstico de ascitis masiva debida a pseu- sintomatología de carácter infeccioso, aunque no sea estrictamente necesa-
doquiste gigante secundario a hemangioma cavernoso con hiperplasia meso- ria para la existencia de la misma .
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Rev Esp Casos Clin Med Intern (RECCMI). 2019 (Dic); 4(3): 103-106 105