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• Casos clínicos
                                                                                                      caso 06




                                                              Por otra parte, las metástasis en el corazón y pericardio se descubren en au-
                                                              topsia en un 10-12% de los pacientes con tumores malignos. El tumor primario
                                                              que afecta al pericardio más frecuentemente es el de pulmón, seguido por el
                                                              de mama, el melanoma y el linfoma. Las metástasis del cáncer colorrectal al
                                                              pericardio son infrecuentes, se han descrito escasos casos y suelen indicar un
                                                              estadio terminal.

                                                              El derrame pericárdico maligno puede ser resultado de la diseminación del
                                                              tumor al pericardio visceral que aumenta la producción de líquido o debido
                                                              a la acumulación de líquido por la obstrucción del flujo venoso y/o linfático.
          Figura 4. TC. Densidad del engrosamiento nodular (60 UH) y del líquido   Los derrames pericárdicos malignos se asocian a tasas de supervivencia infe-
          pericárdico medidas por TC (33 UH)                  riores. En la valoración por TC, los derrames pericárdicos malignos tienen altos
                                                              valores de atenuación asociados a engrosamientos nodulares pericárdicos con
                                                              atenuación aumentada que pueden o no captar contraste.
          Discusión
                                                              Conclusión
          Los derrames pericárdicos en los pacientes oncológicos pueden ser debidos a
          diferentes etiologías: maligna (primaria o secundaria a metástasis); infecciosa
          (virus, bacterias y fúngicas, oportunistas o no oportunistas) debido a las fre-  El derrame pericárdico es un problema relativamente frecuente en pacientes
          cuentes visitas al hospital de los paciente y a su inmunosupresión; secundaria   oncológicos que puede ser producido por una gama muy amplia de causas.
          al propio tratamiento antitumoral (radioterapia, tratamientos sistémicos como   En estos pacientes es fundamental establecer la causa del derrame y no asumir
          antraciclinas, mostazas nitrogenadas, inhibidores de las proteincinasas…); o   automáticamente que se debe a la neoplasia, ya que el impacto en el pronós-
          secundaria a otras muchas causas, como idiopática, autoinmune, insuficiencia   tico es muy diferente. La ecocardiografía es la técnica de valoración inicial, aun-
          renal o cardíaca, traumatismos…                     que en ocasiones puede ser necesario valorar de forma más precisa el derrame
                                                              con TC. Los derrames pericárdicos malignos tienen altos valores de atenuación
          Aunque un derrame pericárdico importante acompañado de taponamiento   y suelen estar asociados a engrosamientos nodulares pericárdicos con atenua-
          cardíaco sin signos inflamatorios en un paciente oncológico debe hacer des-  ción aumentada, que pueden o no captar contraste. Radiológicamente, es di-
                                     (1)
          cartar la presencia de un derrame tumoral , en realidad, más del 50% de los   fícil diferenciar un derrame pericárdico maligno de uno de etiología infecciosa,
          derrames en pacientes con cáncer son debidos a otro proceso no maligno, por   en cuyo caso la clínica, citología y valoración por TC del resto de estructuras
          lo que es fundamental establecer la causa subyacente para iniciar el tratamien-  corporales es fundamental.
          to apropiado y no asumir automáticamente que se debe a la neoplasia. La eco-
          cardiografía es la técnica de primera línea para la valoración de la enfermedad
          pericárdica, pero algunas ocasiones no es suficiente para determinar la causa y   Ideas para recordar
          anatomía del derrame pericárdico y otras técnicas como TC o resonancia mag-
          nética (RM) pueden ayudar .                         •  En pacientes oncológicos en los que aparece un derrame pericárdico im-
                           (2)
                                                                portante que cursa con taponamiento sin signos inflamatorios se debe
          La TC ha surgido como una alternativa para la valoración morfológica del de-  descartar que el derrame sea tumoral.
          rrame pericárdico ya que permite valorar la cantidad y distribución del líquido,   •  Sin embargo, al estudiar un derrame o pericarditis en un paciente con cán-
          lo que puede ser útil para guiar el drenaje, y caracterizar tanto los engrosa-  cer es importante investigar la causa subyacente y no asumir automática-
          mientos como las masas y el líquido pericárdico. Es especialmente útil cuando   mente que su causa es neoplásica.
          hay calcificaciones, ya que permite valorar su localización y la posible exten-  •  La imagen multimodal ofrece ventajas en la valoración de las enfermeda-
          sión al miocardio (3, 4) .                            des del pericardio, sobre todo en enfermedad metastásica. La TC se puede
                                                                utilizar como alternativa a la RM para caracterizar el pericardio, sobre todo
          La escala de Unidades Hounsfield (UH) es una escala cuantitativa utilizada en   si hay calcificaciones.
          los estudios de TC para describir los diferentes niveles de radiodensidad de
          los tejidos humanos. En el derrame pericárdico, los valores de atenuación ra-
          diológica pueden ser útiles tanto para la caracterización tisular como para la   Bibliografía
          caracterización del líquido pericárdico. El punto de corte que se utiliza para
          diferenciar derrames simples o serosos de derrames hemáticos o exudativos   1.  Sagristà-Sauleda J, Mercé J, Permanyer-Miralda G, Soler Soler J. Clinical clues
          es de 30 UH. Los derrames con valores de atenuación altos, superiores a los   to the causes of large pericardial effusions. Am J Med 2000; 109: 95-101.
          del agua, son sugestivos de infección, contenido hemorrágico, hipotiroidismo   2.  Bogaert J, Francone M. Pericardial disease. Value of CT and MR imaging.
          o malignidad. Los valores de atenuación muy bajos se han descrito en el qui-  Radiology 2013; 267 (2): 340-356.
          lopericardio. Tanto TC como RM permiten una valoración precisa del grosor y   3.  Ünal E, Karcaaltincaba M, Akpinar E, Ariyurek OM. The imaging appearances
          composición de las capas pericárdicas, diferenciando los derrames simples de   of various pericardial disorders. Insights into Imaging 2019; 10 (1).
          los derrames o pericarditis inflamatorias o de las enfermedades pericárdicas   4.  Rajiah P, Kanne JP. Computed tomography of the pericardium and peri-
          malignas .                                            cardial disease. Journal of Cardiovascular Computed Tomography (Internet)
               (5)
                                                                2010; 4 (1): 3-18.
          Las imágenes funcionales en tiempo real de la TC sincronizada con ECG per-  5.  Ala CK, Klein AL, Moslehi JJ. Cancer treatment-associated pericardial di-
          miten detectar taponamiento y/o constricción pericárdica, pero su uso se re-  sease: epidemiology, clinical presentation, diagnosis, and management
          serva para casos de mala ventana ecocardiográfica o contraindicación para RM   (Internet). Current Cardiology Reports. Springer 2019; 21: 1-9. Disponible en:
          debido a la necesidad de exposición a mayor radiación y el uso de contraste.  https://link.springer.com/article/10.1007/s11886-019-1225-6

          RETIC. 2020 (Dic); 3 (3): 19-21                  21
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