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González-Torre-González A, Gómez-Traveso T, Jaso-Tejera R, Casuso-Sáenz E, Díez-Herrán N.
Hematoma retroperitoneal espontáneo en paciente con SARS-CoV-2
Pruebas complementarias Se traslada a la unidad de cuidados intensivos (UCI) procediéndose a la esta-
bilización hemodinámica con transfusiones y corrección de la anticoagula-
• Analítica: Leucocitos: 15x103 µL (3.000-10.000), 80,7% N (42-75), 10,4% L ción. Precisa ventilación. mecánica y nutrición parenteral por íleo. Finalmente
(20-50), hemoglobina: 11,4 g/dL (13-18), y el resto es normal. Dímero D: evoluciona favorablemente.
1.492 ng/ mL (0-500), FG: 42 ml/min/1,73m (> 60); PCR: 13,5 mg/dL (< 0,5),
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y el resto, normal. Gasometría: pCO : 39 mmHg (35-45), pO : 62 mmHg (80-
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108) ; bicarbonato: 27 mmol/L (21,2-28,3). Discusión y conclusión
• PCR SARS-CoV-2 positiva
• Radiografía de tórax: aumento de densidad en hemitórax derecho y opaci-
dades parcheadas periféricas (Figura 3). La asociación del HRE y el tratamiento anticoagulante se ha descrito en
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pocos casos, y en muchos de ellos con desenlace fatal . Las HBPM han de-
mostrado ser efectivas y seguras en el tratamiento de la trombosis venosa
profunda, el tromboembolismo pulmonar y en la profilaxis de fenómenos
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tromboembólicos . Producen un efecto anticogulante predecible por su bio-
disponibilidad, mayor vida media y cinética de aclaramiento, por lo que no
suele ser necesaria su monitorización.
La incidencia de complicaciones hemorrágicas asociadas a su uso no se co-
noce con exactitud ya que solo se han descrito casos aislados de hemorra-
gia intrahepática, hematomas del psoas, pared abdominal, retroperitoneal y
epidural. La bibliografía presenta diversas causas de sangrado; en nuestros
pacientes fue la edad y la disfunción renal los dos factores que pudieron
haber contribuido al desarrollo del HRE. Aunque la incidencia de HRE es baja
y la de eventos trombóticos en pacientes hospitalizados por infección por
SARS-CoV-2 es elevada, se debe evaluar la necesidad de anticoagular tenien-
do en cuenta los factores de riesgo, los criterios clínicos y los antecedentes
trombóticos familiares y personales, así como las interacciones con otros tra-
tamientos para la infección viral. Así se logrará disminuir todo lo posible el
riesgo de sangrado, sobre todo, en pacientes similares a los nuestros, con
Figura 3. Radiografía de tórax infiltrado en hemitórax derecho y edad avanzada o deterioro de la función renal.
opacidades periféricas.
Desde el inicio de la pandemia hemos ido perfeccionando el tratamiento
implantado para tratar a pacientes hospitalizados por SARS-CoV-2, lo que
Evolución nos ha permitido unificar y delimitar criterios y pautas de anticoagulación en
función de los factores de riesgo, consiguiendo disminuir el número de com-
Se inicia oxigenoterapia, ceftriaxona, azitromicina, metilprednisolona 40 mg plicaciones y mejorando la supervivencia (Organización Mundial de la Salud,
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cada 12 horas, hidroxicloroquina, así como HBPM a dosis de 60 mg cada 12 Sociedad Internacional de Hemostasia y Trombosis, Padua, IMPROVE) . Por lo
horas. Tras conseguir estabilidad y mejoría clínica, comienza una semana tanto, en ausencia de datos fiables sobre la tasa real de eventos trombóticos
después con marcada palidez mucocutanea, oliguria e hipotensión. En la ex- y hemorrágicos en los pacientes con COVID-19, los cambios en los esquemas
ploración abdominal llama la atención la ausencia de ruidos hidroaéreos. Se habituales de tromboprofilaxis deberían sustentarse en los resultados de en-
realiza TAC abdominal (Figura 4) donde se objetiva colección retroperitoneal sayos clínicos bien diseñados que se están realizando de forma progresiva . 5
izquierda adyacente al psoas que se extiende hasta fosa ilíaca.
Además, hay que tener en cuenta que los pacientes con COVID-19 pueden
presentar otras complicaciones al margen de la propia infección viral. La apa-
rición de nuevos síntomas o signos nos debe hacer sospechar de la existen-
cia de otros problemas concomitantes, incluso derivados de la iatrogenia. Si
se detectan precozmente, se pueden evitar situaciones como las de nuestros
pacientes, por lo que conviene realizar una monitorización analítica y el ajus-
te de los tratamientos a cada situación clínica . 6
Bibliografía
1. Tang N, Bai H, Chen X, Gong J, Li D, Sun Z. Anticoagulant treatment is as-
sociated with decreased mortality in severe coronavirus disease 2019 pa-
tients with coagulopathy. J Thromb Haemost. 2020; 18(5): 1094-1099. doi:
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2. Bikdeli B, Madhavan MV, Jimenez D, Chuich T, Dreyfus I, Driggin E, et al.;
Global COVID-19 Thrombosis Collaborative Group, Endorsed by the ISTH,
NATF, ESVM, and the IUA, Supported by the ESC Working Group on Pulmo-
Figura 4. TAC abdominal sin contraste. Hematoma retroperitoneal nary Circulation and Right Ventricular Function. COVID-19 and Thrombotic
izquierdo. or Thromboembolic Disease: Implications for Prevention, Antithrombotic
Rev Esp Casos Clin Med Intern (RECCMI). 2021 (Abril); 6(1): 19-22 21