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Revista de ecocardiografía
práctica y otras técnicas de imagen cardíaca
• Ondas Doppler de baja pulsatilidad. Tienen picos sistólicos amplios y flujo
anterógrado durante todo el ciclo cardíaco, desde la sístole hasta la tele-
diástole; con ondas monofásicas porque estos vasos alimentan sistemas
circulatorios de baja resistencia al flujo, son típicas de las arterias carótida
interna, vertebral, renales y de todas las arterias cerebrales.
• Ondas Doppler de moderada pulsatilidad. Tienen una morfología que está
a mitad de camino entre los flujos típicos de baja resistencia y los de alta
resistencia, como la resistencia al flujo es moderada el pico sistólico se haya
alto y afilado, pero existe flujo anterógrado durante toda la diástole, que
puede ser interrumpido por una inversión del flujo al inicio de la misma.
Son flujos típicos de la arteria carótida externa y la mesentérica superior.
• Ondas Doppler de alta pulsatilidad. Tienen picos altos, estrechos y con
rampa ascendente y descendente recta (afilados) durante la fase sistólica
con flujo diastólico invertido, que puede tener dos fases o tres (véase más
adelante al describir el flujo normal arterial periférico). Es un flujo típico de Figura 3. Estudio normal de arterias del cuello. Eco bidimensional, Doppler
las extremidades superiores e inferiores en reposo. color y Doppler pulsado (ACC: arteria carótida común; ACE: arteria carótida
externa; ACI: arteria carótida interna; GIM: grosor íntimo-medial)
Una de las formas de evaluar la significación de las placas arterioescleróticas
en las arterias (además de la caracterización de las placas) es la valoración
de las velocidades pico sistólicas (VPS) y diastólicas (VPD). A medida que el
diámetro de una arteria se va reduciendo, para mantener el flujo constante,
las VPS y VPD se van incrementando paulatinamente, superando la velocidad
de 125 cm/s (en condiciones basales) pero sin alcanzar los 230 cm/s. Recién
cuando la reducción del diámetro del vaso alcanza aproximadamente el 50%
(lo que corresponde a una reducción del área de aproximadamente 70%), el
flujo comienza a caer a pesar del aumento de la velocidad; éste es el “punto de
significación”. Hasta este punto, las velocidades aumentadas sugieren que las
Figura 2. Pulsatilidad de flujos arteriales
obstrucciones son leves (menores del 49%) (Figura 4).
Las mediciones más útiles para determinarlos son el índice de pulsatilidad (IP)
de Gosling (Velocidad pico sistólica [VPS] – Velocidad pico diastólica [VPD] / % Reducción en área corte transverso
Velocidad media), el índice de resistencia de Pourcerot (VPS – VPD / VPS) y la 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
relación sistólica/diastólica. El IP es probablemente el índice más empleado, se 600 Signi cación No signi cación
puede utilizar para cuantificar el grado de amortiguación de la onda de pulso
en diferentes lugares. El flujo amortiguado distal a una obstrucción severa ten- 500 20
drá un IP más bajo que una onda normal. Severidad Velocidad 18
400 16
Las condiciones de pulsatilidad pueden alterarse en situaciones tanto fisio- 14
lógicas como patológicas. Fisiológicamente, con el calor intenso, el ejercicio (ml/min) y (cm/seg) 300 12 Frecuencia Doppler (KHz)
enérgico o procesos infecciosos distales, todos procesos que generan vasodi- Flujo Sanguineo 10
latación distal significativa y que pueden hacer que el flujo tri/tetrafásico pase 200 8
Grado I Diametro
a ser durante un tiempo breve monofásico. En condiciones patológicas, el flujo Grado II normal 6
100 4
distal a una obstrucción significativa en reposo es monofásico (secundario a III Signi cación
IV 2
obstrucción proximal) y característicamente se haya “amortiguado”, con ascen-
0 0
so lento (rampa ascendente lenta) y tiene flujo anterógrado durante toda la 0 1 2 3 4 5
Diametro de luz (mm)
diástole. Más adelante se describe en detalle el flujo típico postobstrucción
significativa y se muestran ejemplos de condiciones fisiológicas y patológicas. Figura 4. Relaciones entre la velocidad del flujo, flujo sanguíneo, área y
diámetro arterial. El “punto de significación” separa al gráfico en dos sectores:
el de la derecha, de “no significación”, donde las placas no reducen el flujo
Eco Doppler de las arterias del cuello sanguíneo a los tejidos y se compensa con un aumento no significativo de
las velocidades; y otro, “de significación”, donde a pesar del aumento de las
velocidades el flujo comienza a caer. Las VPS mayores de 125 cm y menores
de 230 cm/s determinarán la presencia de “placa significativa; de grado
Si observamos un estudio de eco Doppler de vasos del cuello normal moderado (reducción del diámetro entre 50-69%)”, aquellas que superen
(Figura 3), veremos que las arterias carótida interna y vertebral tienen flujos los 230 cm/s de VPS y 100 cm/s de VPD se considerarán placas significativas,
típicos de baja resistencia, ya que se dirigen sin dar ramificaciones en el cuello de grado severo y tendrán un cociente (VPS obstructiva/VPS preobstructiva
directamente a la cavidad craneana para dar origen a las arterias basilar (arteria > 4) (1, 2, 9) .
vertebral) y cerebrales media, anterior y oftálmica (carótida interna) irrigando
un territorio como el cerebral que requiere baja pulsatilidad, flujo durante todo Al superar el punto de significación y alcanzar la reducción de más del 70%
el ciclo cardíaco, y que ofrece muy baja resistencia y presenta gran colaterali- del diámetro (lo que supone reducción del 90% del área), se observa que las
dad. La arteria carótida externa tiene un flujo típico de alta resistencia (da to- velocidades se elevan significativamente y, a pesar de ello, la caída del flujo
das sus ramas en el cuello para irrigar cara, glándulas, músculos, lengua, etc.), sanguíneo es marcada; éste es el “punto de severidad” y se alcanza cuando las
y la arteria carótida común tiene un flujo “intermedio” entre resistencias bajas velocidades (en condiciones basales) superan los 230 cm/s de VPS y 100 cm/s
y alta s(1-8) . de VPD. Muy importante además es calcular la relación de flujo postobstruc-
• Artículo de revisión 38 RETIC. 2020 (Dic); 3 (3): 36-42