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Rivas-Prado L, Satué-Bartolomé JA, González-Antelo A, Ortiz-Zapata JJ, Canora-Lebrato J.
Adenopatía inguinal a estudio: ¿debemos incluir siempre el linfogranuloma venéreo en el diagnóstico diferencial?
de una adenopatía a nivel inguinal izquierdo. El paciente refería la aparición mantenido relaciones de riesgo recientemente. Se decidió por ello ampliar el
de dicha adenopatía unos 4 meses antes, siendo dolorosa a la palpación y estudio con serología de Chlamydia trachomatis, presentando IgM positiva y
acompañándose de sensación distérmica ocasional, sin llegar el paciente a llegándose así al diagnóstico de LGV.
termometrarse. También reconocía hábito asténico durante dichos meses,
con pérdida de peso subjetiva no cuantificada, aunque recuperada en las
semanas previas a la consulta. Negaba tanto secreciones peneanas o disuria Evolución
(aunque sí reconocía haber presentado puntualmente dificultad para ini-
ciar la micción), como cambios en hábito intestinal y relaciones sexuales
de riesgo. Se inició antibioterapia con doxiciclina a dosis de 100 mg/12 h durante
21 días. Se procedió a la declaración de la enfermedad (como viene esta-
A la exploración, presentaba constantes en rango, con tensión arterial 111/60 blecido desde 2015 en nuestro país) y se informó al paciente de la nece-
mmHg, frecuencia cardíaca 80 lpm y un índice de masa corporal de 30. Cons- sidad de informar a su pareja sexual del diagnóstico para realizar estudio
ciente y orientado en tres esferas, bien hidratado y perfundido, buena colora- clínico-serológico.
ción mucocutánea. Destacaba la presencia de una adenopatía a nivel inguinal
izquierdo, redondeada y móvil, de 1 cm de tamaño aproximadamente, y do- Acudió a revisión 6 meses después, encontrándose asintomático y sin nuevas
lorosa al roce. alteraciones a nivel inguinal. Se realizó entonces una nueva ecografía, en la
cual únicamente persistían dos ganglios, disminuidos de tamaño respecto a
ecografías previas. Semanas más tarde, se realizó el control serológico del pa-
Pruebas complementarias ciente, con negativización de IgM para Chlamydia, considerándose al paciente
curado de su enfermedad.
A su llegada a consultas, el paciente aportó una analítica con bioquímica
sin alteraciones y hemograma con leucocitos en límite alto de la normali- Diagnóstico
dad (9.530 leucocitos/µl) a expensas de monocitos, y ligero ascenso de VSG
(42 mm/h). Aportó en su primera visita una ecografía de partes blandas soli-
citada desde Atención Primaria, que confirmaba la presencia de adenopatías LGV por Chlamydia trachomatis.
inguinales y en cadena ilíaca izquierda de aspecto patológico, recomendán-
dose la realización de biopsia ganglionar, con resultado de granulomatosis
necrotizante BAAR (bacilos ácido alcohol resistentes) negativa, sin observar- Discusión y conclusiones
se signos histológicos de malignidad, también aportado por el paciente.
Se decidió ampliar el estudio con serologías de VIH, virus de hepatitis B y C, El LGV es una enfermedad de transmisión sexual cuya frecuencia está au-
lúes y Leishmania, que resultaron negativas, y virus de Epstein-Barr pasado. mentando en los últimos años, alcanzando cifras anuales en Europa por en-
Autoinmunidad y enzima conversora de angiotensina negativas. Para comple- cima de los 1.500 casos desde 2015 , cuando se consideró enfermedad de
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tar el estudio, se realizó tomografía computarizada (TC) toracoabdominopél- declaración obligatoria en España. En nuestro país, las cifras llegan a más 700
vica, sin hallarse adenopatías a otros niveles, decidiéndose finalmente realizar casos desde entonces, con afectación en siete comunidades autónomas di-
una biopsia quirúrgica de la adenopatía, de nuevo con resultado de granulo- ferentes. Esto motiva la necesidad de considerar esta enfermedad cuando se
matosis necrotizante con células gigantes multinucleadas (Figura 1), siendo realiza el despistaje de enfermedades de transmisión sexual, principalmente
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finalmente tanto el cultivo de Lowenstein como la medición de interferón en pacientes que presentan adenopatías inguinales o afectación anorrectal
gamma (IGRA) negativos. (tales como rectorragia, secreción purulenta o tenesmo). De los casos noti-
ficados en los últimos años en España, es precisamente la afectación ano-
En la revisión de los resultados, el paciente persistía con astenia y con la explo- rrectal la más frecuente, causada en la práctica totalidad de los casos por el
ración inguinal sin cambios respecto a la inicial. Reinterrogando de forma di- serovar L2b . 3
rigida ante la negatividad de las pruebas realizadas, el paciente admitió haber
En el caso expuesto, se presentaron
dificultades para llegar al diagnóstico,
principalmente por partir de un diag-
nóstico histológico, además de no
presentarse la enfermedad en su forma
más frecuente, y la negativa del pacien-
te a comunicar haber mantenido rela-
ciones sexuales de riesgo. Esto último
es el principal factor de riesgo para ad-
quirir Chlamydia trachomatis, junto con
la presencia de enfermedades de trans-
misión sexual previas, principalmente
VIH, que el paciente del caso expuesto
no presentaba.
Figura 1. Tejido fibroconectivo con inflamación crónica moderada, reacción granulomatosa crónica con extensa La presencia de granulomas necro-
necrosis y células gigantes multinucleadas dispersas. Se realizó técnica Ziehl-Neelsen, con la cual no se identificaron tizantes obliga siempre a descartar
BAAR enfermedad tuberculosa, entre otras
Rev Esp Casos Clin Med Intern (RECCMI). 2020 (Abr); 5(1): 24-26 25